domingo, 6 de diciembre de 2015

Ambientes de aprendizaje y el desarrollo de las competencias


    
El desarrollo de competencias conlleva un fuerte trabajo colaborativo para resolver la situación problemática, ya sea como proyecto, estudio de caso o problema de contexto, y así́ generar un producto principal. Lo anterior implica organizar el trabajo en equipo para buscar y discernir la información que con fundamentos y relevancia permita resolver la situación, diseñar el producto y la estrategia para crearlo, así́ como la elaboración del mismo y su socialización en la forma que se determine en el grupo o por el profesor. Lograr esto requiere de ambientes armoniosos y colaborativos, de ahí́ la importancia de este tema.
Ambientes de aprendizaje
Ambiente centrado en el alumno. Los diferentes contextos, culturas e intereses de los alumnos hacen variar su compromiso con el aprendizaje, por lo que el docente debe poner atención en el punto de partida de cada alumno y en sus progresos en el aprendizaje. Las actividades destinadas a los alumnos deben ser diseñadas para que se puedan realizar, aunque es importante que sean un reto para que ellos conserven e incrementen su compromiso con el aprendizaje y evitar la decepción. Lo anterior debe ayudar a los alumnos a conectarse con los contenidos por enseñar.
Ambiente centrado en el conocimiento. Implica tener claridad sobre qué enseñar. En este punto, la clave es identificar los contenidos fundamentales de la asignatura, es decir, los que permitan al alumno construir los demás contenidos del currículo, así́ como nuevos contenidos curriculares posteriores e, idealmente, un aprendizaje permanente a lo largo de toda su vida. Como los programas de estudio exceden el número de contenidos que es posible enseñar en el corto tiempo dado a las asignaturas y los libros de texto se extienden demasiado en su desarrollo y en los detalles, lo anterior representa un cambio de actuación del docente para desarrollar el currículo: realizar un ejercicio de planeación que dé entrada y ubique los contenidos fundamentales por bloque, unidad o tema, los vincule con algunos de otras asignaturas y diseñé secuencias didácticas que “usen” los libros de texto e incorporen materiales diversos en diferentes soportes (periódicos, revistas, Internet y discos, además de los libros de las bibliotecas escolar y de la localidad).
Ambiente centrado en la evaluación. Con un enfoque que permita a los alumnos retroalimentar sus logros de aprendizajes, con niveles de desempeño explícitos que los impulsen a obtener cada vez mejores logros. Una vez que el docente define el conocimiento que el alumno debe aprender, se requiere de la evaluación para monitorear su progreso, saber en qué́ fase se encuentra en el desarrollo de su pensamiento formal y rediseñar las estrategias de enseñanza. Para lograrlo se requiere que el alumno desarrolle la metacognición con el fin de que se comprometa con sus aprendizajes y rebase la asociación de la evaluación con una calificación aprobatoria.

Ambiente centrado en la comunidad. Comprende modificar la actuación general de las escuelas, que comúnmente actúan al margen de su comunidad. Como cada escuela opera dentro de la cultura comunitaria, la cual permea en los comportamientos, actitudes y creencias de sus alumnos y padres de familia, esta influye en la interacción de los individuos y media el aprendizaje. Considerar a la comunidad e involucrarla en algunas acciones y decisiones requiere de desarrollar una cultura de cuestionamiento y, por tanto, asumir riesgos de mayor trascendencia. La escuela puede aportar mucho a la comunidad mediante la extensión académica durante el desarrollo de temas de alto contenido valoral por parte de los alumnos, así́ como de los productos generados, como la elaboración de folletos, periódicos o trípticos, impartición de conferencias u organización de mesas redondas.
Estrategias para crear ambientes de aprendizaje
·         Mostrar a los alumnos mediante acciones la convicción de que pueden aprender con expectativas altas, sobre todo a aquellos cuyos contextos sociales son los menos favorecidos (Reimers, 2003).
·         Enseñarlos a pensar científicamente, con rigor o lógica pero siempre con fundamentos y respetando las ideas de los demás.
·         Desarrollar en ellos actitudes positivas y motivarlos a que aprendan, para que valoren la importancia del conocimiento y el desarrollo de sus competencias.
·         Retroalimentarlos frecuentemente, con tiempo suficiente y con criterios de referencia. La retroalimentación debe ser afectiva y cognitiva, que propicie que los alumnos enmienden sus errores, para que a la larga lo hagan sin la intervención del maestro, jefe o autoridad.
·         Mantener el interés en el aprendizaje mediante el reforzamiento de sus progresos y esfuerzos. Se pueden usar ejemplos que permitan a los alumnos valorar como algún personaje obtuvo sus logros gracias al esfuerzo realizado para superar inconvenientes y después que recuerden como ellos han superado algún reto en actividades relacionadas con algún interés en los deportes, la música, la actuación, un concurso, etcétera.
·         Propiciar y trabajar la metacognición, sobre todo para que se autoevalúen y se hagan responsables de su desempeño académico. Asuntos centrales para la metacognición son el proceso, la claridad y la precisión del aprendizaje, así́ como el cumplimiento de metas. La coevaluación combinada con el pensamiento crítico, creativo y autorregulado permiten una autoevaluación más objetiva (Marzano et al., 1997).
Por otro lado, el diseño de entornos de aprendizaje digitales (Chan, 2013) favorece que el alumno desarrolle competencias relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales se vinculan con las competencias profesionales que exige la sociedad actual.


No hay comentarios:

Publicar un comentario